Segura y Ordizia
Segura
El rey de Castilla Alfonso X El Sabio fundó el pueblo de Segura en 1256, con el propósito de proteger los caminos que iban de la meseta al otro lado de los Pirineos. Merece la pena visitar Segura por su casco almendrado, perfectamente conservado, y es muy fácil acceder desde Donostia-San Sebastián, a tan solo 37 minutos. Segura fue durante muchos años un punto de paso obligado entre Castilla y Francia, y todavía hoy se conservan algunas casas solariegas y palacios de la época como el Palacio Ardixarra (sede del Centro de Interpretación Medieval), Palacio Lardizábal (Ayuntamiento), y la iglesia Parroquial de la Asunción. Ordizia Ordizia es una villa medieval a solo 30 min de la capital de Gipuzkoa, Donostia – San Sebastián, por lo que una visita a la villa es imprescindible. Es muy conocido su mercado, que cumplió quinientos años en 2012. En 1512, el pueblo sufrió un grave incendio y la reina Juana de Castilla le concedió “la real facultad para que pudiera celebrar mercado franco semanal todos los miércoles del año”. Desde entonces y hasta hoy, todos los miércoles los “baserritarras”de los alrededores venden sus productos y se establece una guía para marcar los precios de los productos agrícolas de todo el País Vasco. Alrededor de la Plaza Mayor, lugar en el que se celebra el mercado, se extiende el casco histórico de la villa con edificios históricos muy interesantes. Merecen especial mención el Ayuntamiento, el Palacio Zabala, el Palacio Barrena… Junto al Palacio Barrena podemos visitar el Centro d’Elikatuz: Centro de Interpretación del Goierri y Centro de Interpretación de la Alimentación y la Gastronomía.