
Personajes con historia
Aita Barandiaran
¡Mitos narrados por Barandiaran!
Los gentiles jugaban en el monte cuando vieron una nube luminosa que venía de oriente. Según les dijo un anciano gentil, era Cristo (en su lenguaje, Kixmi, el mono), y con él llegaba el fin del mundo y la venida de una nueva era, por lo que pidió que lo echaran por un barranco. El resto de los gentiles se precipitó bajo un dolmen, “jentillarri”. Sólo quedó un gentil, Olentzero, carbonero que cada 24 de diciembre baja del bosque al valle a dar la noticia de que Cristo ha nacido. El mito de un mundo idílico que acaba, anunciado por un anciano ante un fenómeno atmosférico hasta entonces desconocido, y el posterior descenso al valle de los habitantes está muy extendido en el Pirineo y en los Alpes, y parece que es un mito anterior a la llegada del cristianismo.
Tras una guerra entre los pájaros y animales terrestres, la paz llegó cuando decidieron repartirse el universo. Para unos sería el cielo y los árboles, y para otros la tierra; pero el murciélago, que fue cambiando de bando según las circunstancias, quedó excluido y condenado a vivir en cuevas y a salir sólo de noche.
Un pastor alimentó a una serpiente con leche hasta que se trasladó con su rebaño a otras tierras. Al volver al año siguiente, la serpiente, que había crecido enormemente, lo ahogó. Es una forma de interpretar que quienes practican el pastoreo, al abandonar temporalmente un territorio, pierden supuestos derechos anteriores frente a quienes se asientan definitivamente y practican la agricultura.
Un gentil, grande, fuerte y fanfarrón, baja de la montaña y reta a un cristiano que trabaja en la ferrería de Beasain; éste, con sus tenazas, le arranca la nariz: es el reconocimiento de la superioridad de una industria que, desde la Baja Edad Media hasta el siglo XIX, marcó la economía de Gipuzkoa.